Dios Padre, mi Yahvé amado

Nuestro Señor Jesucristo le dijo a Santa Faustina Kowalska (1905-1938), las siguientes promesas para todas las personas que confíen en su Divina Misericordia:

1)  “Cuando un alma vea y conozca la gravedad de sus pecados, cuando a los ojos de su alma se descubra todo el abismo de la miseria en la que ha caído, no se desespere, sino que se arroje con confianza en brazos de mi misericordia, como un niño en brazos de su madre amadísima. Estas almas tienen prioridad en mi Corazón compasivo, ellas tienen preferencia en mi misericordia. Proclama que ningún alma que ha invocado mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en mi bondad”. (Santa Faustina Kowalska, Diario: "La Divina Misericordia en mi alma", 1541)

2) “He abierto mi corazón como una fuente viva de misericordia. Que todas las almas tomen vida de ella. Que se acerquen con gran confianza a este mar de misericordia. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina”. (Santa Faustina Kowalska, Diario: "La Divina Misericordia en mi alma", 1541)

3) “Las gracias de mi misericordia se toman con un solo recipiente y éste es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son mi gran consuelo, porque en tales almas vierto todos los tesoros de mis gracias. Me alegro que pidan mucho porque mi deseo es dar mucho, muchísimo”. (Santa Faustina Kowalska, Diario: "La Divina Misericordia en mi alma", 1541)